miércoles, 21 de agosto de 2019

De machitos y trompadas de falopio.

Es una pena ver cómo la sociedad, ya dividida por ideas políticas encontradas, ahora se esté dividiendo aún más por género. Creo que es importarte recalcar que soy un feminista empedernido, criado por una mujer sola y un padre que tuvo que migrar a otro país en busca del sueño americano y solo encontró a la americana de ensueño, aquí cabría una risa nerviosa, para disimular la molestia que eso me causa. Volviendo al asunto principal y recapitulando, el menor de 5 hijos y con una madre trabajadora, de esas que normalmente escuchamos y leemos que existen en nuestro México luchador, soy un feminista, creo en la igualdad de oportunidades pero ojo ellas tiene una gran ventaja, ellas son portadoras de vida y eso es una gran responsabilidad que ya en otra ocasión retomaré.

En un país dividido y usado por los políticos de manera desmedida e irracional, primero usaron la lucha de clases y ahora la lucha de género, la información y adoctrinamiento es el pan de todos los días. Siendo una realidad que se usa de una manera desmedida y para fines politicos, aquí en la Ciudad de México, por ejemplo, en el metro y metrobús existen vagones exclusivos para las mujeres, que no ayudan en nada al término de violencia contra ellas, muy por el contrario, he visto las peleas más épicas en esos vagones. El verdadero problema está en la ideología de abuelas y madres al decir "él es el hombre de la casa" "él es hombre y no tiene que hacer eso" "que se lo haga su hermana" "yo se lo hago, por eso tiene mucha madre."

Entonces estamos cayendo en una contradicción, en querer terminar con el machismo educando de esa manera, que el odio de las mujeres sea por esa falta de equidad, pero en el seno familiar. Terminaré estas líneas recordando que ante la ley somos ciudadanos y ciudadanas, el género no exime de cumplir la ley. Si queremos igualdad no pidas más de lo que la ley ampara al otro género, si queremos igualdad empecemos por respetarnos, si queremos igualdad exijamos en medida justa lo que nosotros damos.

La violencia no lleva a nada, solo a más violencia y al caos absoluto.

jueves, 16 de mayo de 2019

De caminos y otros tropiezos.

Es una realidad que en grandes ciudades es muy importante la movilidad, el transporte y las planchas asfálticas, todos tienen que llegar a algún lado y llegar en el menor tiempo posible. Cómo algunos saben, o suponen, yo soy de la hermosa y gris ciudad de México y la cuestión del transporte es un tema muy amplio y complicado, que en algún momento abordaré, hoy hablaré de los caminos peatonales o mejor conocidas como banquetas, si esas que en algún momento las usamos para convivir con los amigos y sentarnos después de un partido de fútbol tomar unos refrescos fríos, que pagaron los del equipo perdedor.

También es una realidad que los dueños de casas y edificios y todos creemos que las banquetas pertenecen o son parte de su propiedad y no dejan espacio suficiente para caminar o hacen modificaciones para la entrada de sus carros, dejando a veces unas rampas imposibles de pasar y haciendo que los peatones bajemos de ellas y quedemos espuestos al tránsito de esa calle, por otra parte en avenidas principales hay partes donde no existe banqueta alguna para caminar, creo que se le olvida a las autoridades que también hay personas que aún usamos este medio de transporte llamado piernas.

Lastimosamente la ciudad es cada vez más hecha para los autos y menos para las personas, error enorme, por qué gracias a las normativas blandas y a las facilidades de adquirir un auto, nos vemos en situaciones de mala calidad del aire, pero eso es otro tema. En la ciudad hay cada vez menos gente caminando y los que aún lo hacemos tenemos menos espacios para hacerlo.

También es indignante que empresas se adueñen de estos espacios, con teléfonos públicos, no digo que este mal, solo que hay hasta 4 teléfonos y no queda espacio para caminar y cuando los retiran, dejan los tornillos en el suelo y se vuelven un peligro para el peatón.

Qué es lo que propongo para mejorar esto, fácil son los siguientes puntos.

- Crear un estándar de banqueta, no tan alta que sea fácil de acceder para los carros y que sea regular, sin rampas.
- Que no se puedan hacer modificaciones a esta y en caso de hacerlas sea multada la persona que los haga, además de retirar esa modificación.
- Que toda avenida tenga caminos peatonales
- Que no haya obstrucción alguna en banquetas por parte de empresas, teléfonos públicos, cajas de registros, publicidad, etc. Y si las hay sean multados y obligados a retirarlos.

Por que también los peatones pagamos impuestos y merecemos un camino digno y sin peligro para caminar.

martes, 29 de enero de 2019

La increible incapacidad de esperar.

Es una triste realidad y algo que nos identifica como mexicanos. Así como nos identificamos con el chile, el aguacate y los sombreros de charro, hay una cosa que nos persigue, que nos daña y atañe desde hace mucho, y es la gran incapacidad que tenemos para esperar.

No se si sea un mal aprendido por la mala publicidad y la necesidad de vender que tienen las televisoras, pero cuantas veces no hemos escuchado, tras una derrota o un fallo de alguien, que debe de ser reemplazado, que tiene que ser removido del cargo o lo calificamos como incompetente. Lo hemos visto en el deporte, la politica y hasta en las escuelas, pero cuando amerita un castigo ejemplar, cuando se toman decisiones poco honestas hastas las celebramos y recordamos el viejo y maldito dicho "el que no tranza, no avanza" dejemos de un lado esto ya que es motivo de otro escrito. Lo que si necesitamos aprender es que la paciencia es una virtud y esperar resultados debe de ser aun más loable.

Sin más, entremos en detalles.

Apenas lleva unos meses de haber tomado posesión el presidente de la republica y se están pidiendo resultados, una de las quejas que he escuchado es que su combate contra el robo de combustibles es inadecuado, pero en un restaurante, para terminar con las cucarachas se cierra y se fumiga, en una tienda, para terminar con los robos hormiga se cierra y se hace una auditoría e inventarios, como se podría haber hecho el cierre de ductos y la busqueda de responsables sin haber tomado estás medidas tan drásticas. Es como pedir un deseo a una estrella fugaz y esperar que se resuelvan los problemas. Habrá que tener paciencia y ver que haya resultados, este presidente se puso una meta de 2 años para demostrar que está haciendo las cosas bien y cuándo este tiempo se cumpla será momento de decirlo, mientras esto llega, solo habrá que tomar nota de los aciertos y los errores, hacer un balance y gritar para bien o para mal los resultados que de éstos lleguen.

La paciencia es una virtud y seamos pacientes al primer corte de caja.